El doble póker de goles consecutivo del uruguayo es un récord inédito no sólo para el Pistolero, sino también para La Liga de España.
“Nunca había marcado cuatro goles en dos partidos seguidos, ni en los entrenamientos”, confesó Luis Suárez. Y su asombro no es de extrañar, porque ni él ni nadie en toda la historia de la máxima categoría del fútbol español lo había conseguido hasta el partido entre Barcelona y el Sporting Gijón.
Un póker en Riazor y otro en el Camp Nou, no sólo convirtieron al uruguayo en hombre récord, sino que además ayudaron al equipo culé a salir de una crisis que puso en riesgo un título que hace unas semanas parecía estar asegurado.
La trascendencia del momento es, sin dudas, lo que engrandece la faena de Suárez, mucho más que cualquier estádistica, y es ese carácter el que le ha permitido conquistar el corazón de los aficionados y lo que lo convertirá, de conseguirse, en el artífice fundamental de una consagración con la que se intentará cerrar la herida que dejó abierta la eliminación en cuartos de final de la Champions League.
Por si fuera poco, el doble póker le permitió al Pistolero superar a Cristiano el la tabla de máximos anotadores de La Liga, la frutilla del postre para un futbolista que también sabe cómo hacer historia.
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