El gran capitán apareció en todo su esplendor cuando calmó la lluvia que había obligado a suspender el partido en el Olímpico con triunfo parcial de Sampdoria. Una asistencia y un gol del ídolo dio vuelta el marcador, para que saliera el sol en la capital italiana.

Hasta que la lluvia quiso hubo partido en la capital italiana. Roma comenzó mejor el mismo, con un tanto de Mohamed Sala que abrió el marcador en apenas 7 minutos.

Sin embargo, Sampdoria llegaría al empate apenas diez minutos más tarde gracias a una buena definición del colombiano Luis Muriel. Y a falta de cinco minutos para el final de la primera mitad, cuando la lluvia ya era una amenaza, Fabio Quagliarella dio vuelta el marcador en favor de la visita.

Después, no hubo más fútbol. Un diluvio cayó sobre la ciudad de Roma y el Estadio Olímpico colapsó, inundándose en cuestión de minutos y obligando a la suspensión de un encuentro donde los locales habían empezado a hacer agua mucho antes de la lluvia.

La intensidad fue calmando y los equipos volvieron a saltar al campo. Se respiraba un aire épico, ideal para que el ídolo escriba una nueva página a su leyenda. Y Totti jamás defrauda. Una asistencia suya permitió el empate de Dzeko y con un penal en tiempo de adición, el gran capitán dio vuelta el marcador, para que el sol volviera a salir en la capital italiana.

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