Se está floreando Tigres con Puebla. Ahora, el turno de lucirse fue de Eduardo Vargas.

El chileno tomó la pelota lejos del arco rival y rodeado por dos defensores del cuadro visitante. Con amagues y engaños llegó a línea rival y consiguió sacar un gran centro para Julián Quiñones, que entraba a la carrera.

#fan-player-fox-ratio { position: relative; width: 100%; height: 0; padding-bottom: calc((100% / 1.7778) + 85px + 40px + 10px); } #fan-player-fox-ratio iframe { position: absolute; width: 100%; height: 100%; left: 0; top: 0; }

En un principio había parecido un autogol, pero, con la camara lenta, pudimos apreciar que el delantero colombiano impulsó la pelota con el pecho.

Un gran recurso técnico, que, en parte, explica las enormes diferencias que hay en ese aspecto entre ambos equipos y que explican el resultado.