Uno de los efectos secundarios de la cuarentena obligatoria en Argentina -y varias partes del mundo- ha sido elafloramiento de diferentes animales en superficies que le eran poco comunes.
Hemos visto a los delfines moviéndose como si nada por el canal de Venezia o a algunas cabras caminar por Madrid como si de la pradera se tratara.
En el norte del Gran Buenos Aires, especies de aves que se creían extintas reaparecieron en medio de los vecindarios.
Sin embargo, la noticia nos lleva ahora hacia el sudeste de la Capital, más precisamente al barrio de La Boca.
Allí, un roedor de gran tamaño (¿acaso un coipo?) apareció en el tejado de una casa lindera y todo quedó registrado por los ocupantes de la misma.
“Bueno el nuevo vecino sigue en el techo, le dimos de comer, vino la policía. La Boca, no lo entenderías”, relató @undiaperfecto en Twitter. ¡Capo coipo!