Edgar Berlanga, uno de los prospectos más convocantes de la escena actual en la división de peso súper mediano, dijo presente en el AT&T Stadium de Arlington para ver el combate entre dos de los mejores de su categoría: Saúl El Canelo Álvarez y Billy Joe Saunders, que unificaron títulos mundiales.

Pero parece que al puertorriqueño, que viene de cortar su racha de nocauts en el primer round en 16 luego de tener que recurrir a las tarjetas para imponerse a Demond Nicholson el último 24 de abril, no lo conformó el desenlace de la pelea y la manera en que el peleador británico entregó al mexicano su cinturón de la OMB.

"Eso fue malo, incluso si estabas perdiendo la pelea, al menos sal con una explosión. Estás frente a 73.000 personas. Es triste que tuviera que terminar así. Es lo que es", le dijo Berlanga al fundador de Little Giant Boxing, Constantino García, tal vez sin saber todavía que Saunders había sufrido la fractura de su pómulo derecho.

Antes de decidir que eso era todo, que no podía seguir boxeando con esa lesión que ahora le demandará una larga recuperación debido a que deberá pasar por el quirófano, Billy Joe Saunders había mostrado ser un rival duro para Canelo, tal vez el más duro en mucho tiempo.

Pero Edgar Berlanga, que siente tener condiciones para sentarse en la mesa de los grandes nombres en las 168 libras, algo que desde aquí nos plantea serias dudas, no le perdonó ese final: "No estoy de acuerdo con la manera. Hay chicos y chicas por ahí que salen a pelear con los ojos cerrados por la hinchazón. No lo entiendo, hombre. Es malo para el negocio", concluyó.