La Liga MX cuenta con jugadores que bien podrían ser basquetbolistas debido a su estatura. Rebasan el promedio de futbolistas que militan en clubes del país, que va del 1.70 a 1.76. Los más altos no ven en sus metros precisamente una cualidad, porque deben ajustar su altura a las exigencias que demanda su posición en el campo.
Raúl Gudiño (Chivas)
Estatura 1.96. Existe la creencia de que el portero entre más alto sea, más imbatible es. Con este jugador es una muestra de que eso no es así. Por ejemplo, de nada sirve que se estire en un lance para atajar un tiro si está mal ubicado o recorre mal sus pasos y el balón le resulta imposible de detener.
César Montes (Monterrey)
Estatura 1.95. Si bien tiene la ventaja de ganar todos los balones por arriba en una disputa o para buscar el cabeceo a portería, corre el riesgo de que el rival aplique un “caballazo” y se lesione con una caída, o afloje el cuerpo para conseguir infracción a favor.
Nahuel Guzmán (Tigres)
Estatura 1.93. Todo es cuestión de ver algunos de los goles que ha recibido en el Guardianes 2021. A pesar de ser un muro alto, el arquero ha padecido tiros a distancia que lo sorprenden por arriba, lo que se traduce en el riesgo de jugar adelantado o recorrer mal su área.
Rodrigo Noya (Atlético San Luis)
Estatura 1.93. Contar con estatura tampoco es garantía de titularidad. Hay técnicos que optan por prescindir de futbolistas altos, a pesar de que son óptimos para el juego aéreo, mayor aún si son defensas. Tal es el caso de este jugador, quien ha sido suplente en los últimos partidos de su equipo.
Unai Bilbao (Necaxa)
Estatura 1.93. Este chico que puso sobre la mesa el peligro de anuncios publicitarios en la cancha tras un accidente, se ha destacado por ser un elemento con gol. En jugadas a balón parado, David Cabrera manda el balón al área y él aprovecha sus metros para mandar la pelota a la red.