Federico Viñas se ha transformado en la gran figura del América en la Fiesta Grande del fútbol mexicano. El uruguayo ha sido vital en el paso a la gran final de las Águilas en este torneo.

El delantero de 21 años ha anotado goles en la llave con Tigres UANL y con Monarcas Morelia.

Pero la vida de Federico Viñas ha sido difícil. El charrúa proviene del modesto equipo Juventud de las Piedras e hizo las inferiores en Liverpool de Montevideo, justamente ahí vivió una infancia complicada.

El delantero tuvo que dejar el fútbol porque su familia no pasaba por un buen momento económico y salió a las calles de Montevideo a trabajar comorepartidor de fiambre, un tipo de embutido de Uruguay.

La gente de Liverpool lo recuerda con cariño y en conversación con Mediotiempo, parte del staff de prensa contó cómo era el jugador.“El recuerdo que yo tengo de él es que era un ‘botija’ (niño) muy tímido, muy callado, por lo menos desde el punto de vista exterior. A comparación de otros jugadores, siempre fue un gurí (un chico), un muchacho bastante reservado”, sentenció.