Después de una prolongada experiencia en Estados Unidos, Sebastián Saucedo recibió la oportunidad de jugar en uno de los equipos más importantes de toda la Liga MX: Pumas de la UNAM.

Casi al unísono, al centrocampista ofensivo de 23 años le llegó otra chance de oro. La de representar a una nación en el Preolímpico de Guadalajara, que finalmente quedó suspendido a causa del coronavirus.

¿La de México? No, la del país vecino, donde se formó como futbolista profesional. De hecho, hace un tiempo decidió hacerle el feo al Tri, solamente por lealtad y por seguir sus principios.

“Es un tema muy complicado. Mis papás son latinos, son mexicanos. Pero Estados Unidos me abrió las puertas desde la Sub-14. No quedé para el Pre-Mundial de Sub-17, pero ahí pasé al Pre-Mundial de Sub-20 y nos fue muy bien. Antes de ese Pre-Mundial me llamaron de la Selección de México. Sentí que le daba la espalda a todo lo que habían hecho por mí”, confesó el jugador de los Universitarios en una entrevista con la página web oficial de la Liga MX.

Además, el volante reconoció que al llegar a CDMX dejó a sus afectados lejos: “Lo que extraño más es a mi familia y amigos. Tengo algunos que pueden viajar, pero otros son indocumentados y no pueden venir, eso es complicado”.