Desde que volvió GREMCO a la U los hinchas tienen menos paciencia y confianza en la institución de sus amores. La primer acción deportiva que tomaron fue sacar arbitrariamente a Gregorio Pérez, entrenador querido, para traer a Comizzo. Obvio, esto no gustó.
Si a la U le fue relativamente bien el año pasado fue por los refuerzos que trajeron el Goyo y Jean Ferrari. Este año, a pesar que ahora tienen más presupuesto por la Copa Libertadores, no hay mucha expectativa. Las gestiones de las dirigencias dejan mucho que desear.
Hay más de un ejemplo: no contactarse con Cerro Largo por Dos Santos, dejar ir a dos refuerzos como Jordan Guivin y Kevin Sandoval y dejar tirando cincura a Luis Urruti que manifestó que no va a esperar por toda la vida.
Si bien no se sabe si esta inoperancia es por falta voluntad o por ineficiencia, lo cierto es que esto genera mucha molestia en los hinchas que no tienen respuestas. Sobre el remplazante de Jonathan Dos Santos acontece una situación similar.
Jorge Miguel Ortega, paraguayo con mejores númeron que Apaolaza por ejemplo, comenzó a sonar en la U. Él, sin embargo, manifestó: “Conozco [al club] y la verdad a cualquier jugador le gustaría poder jugar ahí. Pero, hasta el momento, nadie se comunicó conmigo”.
Así, todavía sin el remplazante de Dos Santos, la U iniciaría su pretemporada. La verdad, la paciencia de los hinchas es cada vez menor y con razón. En la dirigencia nadie llama a nadie y encima no lo asumen ¡Increíble!