Sin duda alguna, Miguel Ángel Russo llegó a Boca para cambiarle la cara al equipo después de largos años siendo golpeados una y otra vez por el River de Marcelo Gallardo.

Con su aura ganadora que arrastra desde aquella Copa Libertadores conseguida en el 2007 como DT del Xeneize, volvió al club buscando que la balanza empiece a inclinarse para el otro lado y lo logró antes de lo que todos imaginaban.

Su primer gran desafío fue pelear el torneo local mano a mano con el eterno rival y con un comienzo del 2020 excelente, ganando partidos sin parar, terminó arrebatándole la punta al Muñeco y compañía en la última fecha.

Ahora, el gran objetivo está fijado en volver a brillar a nivel continental, teniendo una tarea muy complicada en octavos de final ante el Inter de Porto Alegre.

De igual manera, la dirigencia confía plenamente en él y para dejar en claro que ningún resultado cambiará eso, le renovó el contrato en medio de la temporada.

Mediante un anunció oficial en las redes sociales, informaron que seguirá en su cargo al menos hasta que termine el 2021.