No es ninguna novedad la particular personalidad deJuan Román Riquelme, quien es realmente introvertido puertas para adentro como para afuera. Sin embargo, sí fue una sorpresa lo que contó este viernesCristianPochiChávez, exjugador de Bocaque hoy está en el Jorge Wilstermann de Bolivia. Debutó en 2005 y ya tenía veinte años cuando regresó el máximo ídolo del club desde Europa.

En una entrevista con TNT Sports, el mediocampista contó que tuvo una gran relación con el Diez, pero que en sus últimos días en elXeneizese distanciaron ambos. Igualmante, empezó por sus incios, donde eran muy cercanos ya que Riquelme lo llevaba hasta la casa después de los entrenamientos en Casa Amarilla. De verlo por televisión y brillando en Europa a ser su chofer. Un lujo.

Con Román empezamos una buena relación, él me llevaba al barrio porque vivía cerca. Yo le decía que me tomaba un colectivo, pero él me llevaba hasta la puerta de mi casa. Todos lo miraban por el auto, pero me llevaba a todos lados. Íbamos a comer, todo.Es muy futbolero Román, todo el día hablando de fútbol. Es un jugadorazo“, aseguró.

Sin embargo, agregó: “Éramos así, perodespués no sé qué paso, de un momento para el otro nos distanciamos, me dejó de saludar, de hablar. No sé por qué motivo.Hasta el día de hoy no sé por qué me dejó de hablar“. Pese a ello, Chávez dejó en claro la admiración que le tiene como futbolista: “Como jugador no se discute, fue el mejor que jugó en mi puesto. Cómo jugaba…”.

“Yo justo lo agarré en 2007, la descosía. Se aprende mucho, me ha enseñado un montó, me ha hablado un montón. Me dio muchos consejos, es increíble lo que hacía en la cancha. Fue tremendo lo que hizo en esa Copa Libertadores, en partidos bravos. La aguantaba, giraba, hacía goles.En un partido estaba tocado, pero así era él. Por ahí no entrenaba dos o tres días, pero en el fin de semana te hacía dos goles, era increíble Román“, sentenció.