Realmente, no se nos ocurre mejor forma de darle la bienvenida a Germán Burgos al fútbol argentino que con lo que le sucedió en su presentación.
El DT, ya en Rosario, hablaba con la prensa y un rato después de afirmar que las instalaciones del club tenían un nivel europeo, pasó algo inesperado.
Un periodista le consultó si pensaba imprimirle al equipo su forma de ser y durante la respuesta, el cartel del fondo se le cayó en la cabeza.
Sí, ese que tiene todas las publicidades y el escudo de la institución. Por suerte, es liviano y el Mono se la banca por demás.
Varios se pararon asustados para ayudar, pero él dejó bien en claro que no había pasado nada, y siguió con lo suyo.
El momento del día.