El sueño de los casi 40.000 hinchas de Colón de Santa Fe que dieron el presente en el estadio de Cerro Porteño quedó trunco ante Independiente del Valle.
Es que el equipo conducido por Pablo Lavallén se vio superado por la escuadra ecuatoriana, que se impuso por 3-1 y se quedó con el anhelado título.
Pero el Sabalero tuvo una gran oportunidad de acortar distancias cuando todavía faltaba mucho: contó con un penal a favor, pero lo desperdició.
El encargado de ejecutarlo fue Luis Rodríguez, alguien que no suele fallar desde los doce pasos. Lamentablemente para Colón, esta vez no estuvo fino.
Como consecuencia de ello, el Pulga se sintió gran responsable de la final perdida por el conjunto argentino y eso se notó en su rostro.
Tras el partido, y, al momento de recibir la medalla del segundo puesto, el exdelantero de Atlético Tucumán exteriorizó toda su tristeza.