En la primera parte, el partido pudo haber sido para cualquiera. Especialmente paraBanfield, quien de los pies de Luciano Lollo dilapidó un penal que se fue por encima del travesaño.

En la segunda parte,Riverapretó el acelerador, pero elTaladrotambién había tenido sus oportunidades y el empate parecía el mejor resultado para ambos.

Sin embargo, a los quince minutos del primer tiempo, un cabezazo perfecto asistió aNacho Fernández, quien había quedado en el segundo palo.

Lollo, quien hoy jugó más paraRiver que en sus tres años en el club, habilitó al Diez al ser el único de Banfield que no salió desde el fondo.

Así el Diez se sacó la mufa de su sequía goleadora y lo gritó con todo para el 1-0 delMillonario.

¡Cómo lo gritó!