La selección española de Básquet empezó con pie derecho su andar por los Juegos Olímpicos de Tokio. Japón nunca fue rival para los de Scariolo, que comandados por un excepcional Ricky Rubio en el arranque dejaron en claro que por lo menos podrán competir por el oro en unas semanas. Argentina, el siguiente paso hacía cuartos.
Había que coger confianza de arranque y España lo hizo. Chacho Rodriguez, los hermanos Gasol, Rubio y Garuba salieron a divertirse en Saitama con un trabajo de equipo que nunca dio lugar a las esperanzas niponas. Los locales mostraron entusiasmo y actitud frente a un rival superior en todos los aspectos, pero su mala puntería en momento definitivos dejaba en claro que los europeos pasarían una noche tranquila.
Tras un primer cuarto donde las cosas seguían algo igualadas, España despegó con toda en unos 10 minutos donde demostró todo su potencial. Rubio y Rodriguez encestaban desde todas partes mientras Gasol repartía juego en toda la pista. 28-48 se llegó al medio tiempo, donde las cosas estaban más que claras en favor del equipo de Scariolo.
Aquel esfuerzo tenía que ser compensado con un tercer cuarto donde España manejó los tiempos y mantuvo su ventaja sin mayores problemas. A pesar de la tremenda energía de Japón y su máxima figura Hachimura, esta no era suficiente para terminar de igualar las cosas en Saitama. Se llegaba al último tiempo con una ventaja de 13 y los deberes hechos (56-69).
Fiel a su carácter y luego de que los nipones se pusiesen a solo 5 puntos, Scariolo paro en un par de ocasiones para cambiar de táctica y pedir mayor bloqueo a un Hachimura que empezaba a ser un problema. Tras un par de minutos sin mucho éxito, se recuperó una ventaja que acabó demostrando que cuando España se suelta (77-88), habrá pocos que puedan seguirle el ritmo. Próxima estación, Argentina.