Un título está en juego, o al menos las aspiraciones de los dos clubs más importantes de España por hacerse con la Liga Santander. El torneo de la regularidad ha tomado este año el cariz de eliminatorias, puesto que el “clásico” dictará sentencia sobre el futuro cercano de ambas entidades en la competición doméstica.
En esta ocasión, el FC Barcelona rendirá visita a la casa de su eterno rival. Pese a lo que se podría pensar en un primer momento, no es mal escenario para los culés a tenor de las estadísticas de los últimos diez años. La orquesta, que con tan buena música deleita a sus aficionados, no solo ha obtenido resultados positivos en esta última década como convidado en Chamartín, sino que en ocasiones, éstos han sido históricos y perduran en la historia del futbol patrio.
En esta ocasión, los merengues tendrán que cortar esa tendencia de la última década de manera obligada, puesto que una nueva derrota ante el eterno rival desvanecería cualquier atisbo de opción a pelear por la Liga Santander. Esto sería un gran fracaso, más si cabe, cuando sería FC Barcelona o Atlético de Madrid los que alzarían al cielo de su estadio el trofeo de la competición de la regularidad.
Sin duda el cuadro blanco tiene argumentos futbolísticos más que de sobra para poder vencer al cuadro culé el próximo sábado. Santiago Solari ha dado un carácter y unas señas de identidad al equipo, que hasta su llegada brillaban por su ausencia. La irrupción de Vinicius Jr. en el equipo, o las buenas actuaciones de Modric y Benzema, hacen que el madridismo pueda respirar tranquilo para lo que resta de campaña. Y, aunque la Liga está bastante complicada, fijarán sus ojos en la Copa de Europa, competición fetiche de los pupilos del técnico argentino.
Lo cierto es cuando saltas a un terreno de juego, y ves en el equipo rival a Messi, por el mero hecho de su presencia ya irradia algo de temor en sus contrincantes. Más en esta situación, en la que llega en un estado de forma espectacular, no solo por lo genera él mismo, sino por lo que aporta a sus compañeros en formas de pases milimétricos. El rosarino vive una nueva juventud y parece estar tocado con una varita mágica, su llama sigue más encendida que nunca, y partido tras partido demuestra seguir siendo el jugador más determinante a nivel mundial.
Sin duda, el choque de dos transatlánticos se darán cita en el puerto de Chamartín. Dos de los barcos con más eslora a nivel mundial, que luchan por la primacía a nivel nacional e internacional temporada tras temporada. Sin duda, se avecina una batalla de época por la Liga digna de enfrentamientos épicos navales como el de Trafalgar o Lepanto.
Una Liga está en juego, y eso son palabras mayores. Las estadísticas como visitante dan levemente favorito al FC Barcelona, pero en un clásico todo es posible. Solo queda disfrutar del mayor espectáculo futbolístico que nos ofrecerán estos dos colosos del balompié mundial.