Mucho fútbol y poca precaución hubo en Minsk, capital de Bielorrusia, durante la jornada deportiva del domingo.
La Copa de dicho país se disputó entre el BATE Borisov y el Dinamo Brest, con una definición apasionante de por medio.
El primero equipo mencionado logró proclamarse campeón con un gol en el minuto 121′, ya durante el tiempo extra.
La euforia de la anotación fue tal que tanto jugadores como cuerpo técnico ignoraron todos los protocolos establecidos para prevenir al coronavirus.
Se abrazaron y tiraron uno encima del otro, mientras que en las tribunas pasaba lo mismo: casi 6 mil aficionados estuvieron presentes.
A los mismos se los pudo ver sin mascarillas, no respetando la distancia entre cada uno y en grandes grupos.