Previo a la llegada de Philippe Coutinho fue Ousmane Dembélé la gran apuesta de Barcelona para reemplazar a Neymar. Sin embargo, aunque mucho han tenido que ver las lesiones, el francés no logró acoplarse todavía a la dinámica culé.
De todos modos, el futbolístico no parece ser el principal problema del joven Dembélé en Barcelona, sino una combinación de malos hábitos que no gustan nada al cuerpo técnico y a la directiva.
Segúnla Cadena SER, dentro del líder de La Ligahay una preocupaciónpor el entorno del jugador y los malos hábitos que tiene en su día a día. Dentro de estos malos habítos está, por ejemplo,una mala alimentación y un estilo de vida un tanto descuidado.
Este domingo el francés llamó la atencióndurante el partido ante el Atlético de Madrid, por su actitud un tanto apática cuando Valverde lotuvo calentando en la banda por si era uno de los cambios.Su pasividad fue objeto de comentario en Carrusel Deportivo, una pasividad que contrastaba con el resto de jugadores,del Atlético y del Barça, que estaban calentando a la vez que Dembélé.
Desde el club saben que el rendimiento del francés no es el mejor pero entienden que las lesiones que ha sufrido y que le han llevado a no tener continuidad no han ayudado a que estalle.Desde la directiva confían en que cambie la situación y se vea el verdadero nivel del internacional galo.