Todo se resolvió en apenas dos comunicados. A tan sólo dos semanas de que España se consagrara campeona del mundo en Australia y Nueva Zelanda, la Real Federación Española de Fútbol anunció la destitución de Jorge Vilda y apenas una hora y minutos más tarde comunicó la decisión sobre su sucesora. Por primera vez habrá una mujer al frente y será Montse Tomé, ex asistente del entrenador saliente.
El apuro tiene sus razones: a fin de este mes, España comenzará a competir en la Nations League y por eso necesitaba apurar el recambio o, como expresaron en el anuncio de salida de Vilda, la “medida de renovación” para comenzar a trabajar en los próximos objetivos, pese a que casi ni se pudo celebrar el histórico título logrado: todo se centró en Luis Rubiales, el beso no consentido a Jenni Hermoso y el escándalo que se desató luego con aquella Asamblea Extraordinaria, la renuncia de 80 jugadoras a la selección y la esperada suspensión de la FIFA al dirigente. Había que moverse rápido.
Quién es Tomé
Monste Tomé dejó su actividad futbolística en 2012, luego de un breve paso por el Barcelona, para dedicarse a la dirección técnica. Llegó a la selección roja en el 2018, asumiendo como segunda entrenadora por detrás de Vilda, quien además se desempeñaba como director deportivo del área femenina de la RFEF. La asturiana de 41 años viene trabajando también con las categorías formativas, aquellas que fueron campeonas del mundo sub 17 y sub 20, por lo que tiene un extenso conocimiento del futuro del equipo.
Está claro que con la elección de Tomé, si bien se habla de renovación, no se trata de un cambio de base. Al contrario, se apuesta a la continuidad del proyecto pero sin Vilda, con quien las jugadoras no estaban conformes hace tiempo. De hecho, entre las mejoras pedidas por las jugadoras a Rubiales y a las que éste no accedió (y que luego generó aquellos mails recibidos en septiembre del 2022 por la Federación en la que pedían no ser tenidas en cuenta, el DT era el gran apuntado.
Luego de haber estado presente en aquella Asamblea en la que se esperaba que Rubiales renunciara pero, no sólo no lo hizo, sino que reafirmó su postura y echó culpas a Hermoso, Monste Tomé y otras 10 personas decidieron abandonar sus cargos en la selección. “Se acabó. El fútbol es fútbol y ojalá pudiéramos estar hablando de lo conseguido”, escribió la asistente técnica, respaldando la versión de Jenni en el escándalo con Rubiales.
En aquella Asamblea, el suspendido dirigente Rubiales le había ofrecido un contrato de cuatro años a Vilda, con un sueldo anual de 500.000 euros y el puesto de directora deportiva Tomé. Ella no sólo no aceptó, sino que renunció a su cargo y denunció haber sido obligada a asistir: “Se produjo un hecho especialmente hiriente para este cuerpo técnico, ya que a varias de las integrantes femeninas del staff técnico se les obligó a colocarse en primera fila, exponiendo su imagen e intentando dar a entender a la sociedad y jugadoras, que compartían las tesis del presidente de la RFEF”.
Las jugadoras
Resta conocer cuál será la reacción de las jugadoras, tanto de aquellas que estuvieron en el Mundial -en el que se encontraban tres jugadoras de las que habían renunciado- como de aquellas que no estuvieron en Australia y Nueva Zelanda como Mapi León.
¿Aceptarán el cambio a medias? ¿Lo tomarán como un nuevo comienzo o como una continuidad del proceso anterior? Sobre todo teniendo en cuenta que pese al apoyo que les brindó mediante el comunicado aquellas que se expresaron en contra de Rubiales, Tomé formó parte del cuerpo técnico del conflicto.
Se viene la Nations League y la búsqueda de lograr otro hecho histórico: lograr una inédita clasificación olímpica, algo ocurrirá si logra ganar la competencia europea. La nueva DT tiene un gran desafío por delante.