James Rodríguez, antes de su gran participación en la Copa América de los Estados Unidos (fue la pieza clave para que el combinado comandado por Néstor Lorenzo llegue a la Final frente a Argentina), quedó libre del San Pablo de Brasil, en donde apenas sumó 22 partidos en casi un año (le alcanzó para registrar 2 goles y 4 asistencias).
Frente a su situación inestable, dado que quedó con el pase en su poder, los rumores lo arrimaron a Boca Juniors. Incluso, Mauricio Serna, que en la actualidad forma parte del Departamento de Fútbol del Xeneize y que además es compatriota de James, se refirió a esta posibilidad: “¿A quién no le gustaría tener en su equipo a James Rodríguez? Es un jugador mundial, ni que hablar de todas sus condiciones… Juega y brilla en nuestra selección. Pero de ahí a tenerlo hay un camino muy largo. No soy quién para decir ‘vamos por James’, pero tampoco para decir que no nos interesa“.
Sin embargo, el propio James Rodríguez, en medio de la Copa América de Estados Unidos, fue consultado por los trascendidos que lo acercaron a Boca y su respuesta fue contundente. “No es parte de mi proyecto, falta mucho para eso”, respondió a la chance de retornar al Fútbol Argentino, en donde tuvo su paso entre principios del 2008 y mediados del 2010 con la camiseta de Banfield.
Del mismo modo, de ser relacionado con Boca Juniors pasó, en apenas semanas, a ser vinculado con un club que tiene una historia muy estrecha con River Plate, el histórico rival del conjunto azul y oro. Se trata del Rayo Vallecano, que en el año de su centenario, pretende dar con uno de los batacazos del actual mercado de pases de LaLiga.
Conforme al diario Marca, el club del barrio de Vallecas, en Madrid, trabaja con el entorno de James Rodríguez para que ocupe el espacio que acaba de dejar otro colombiano como Falcao. Al parecer, sienten optimismo para cerrar el fichaje, aunque saben que no será fácil, dado que otros equipos de Europa también están monitoreando el mismo caso.
La banda roja que comparten Rayo Vallecano y River Plate
Rayo Vallecano, para la temporada 1949, decide añadir a su camiseta blanca el color rojo para diferenciarse del Real Madrid. Y lo hizo imitando el diseño que utilizaba un club que por aquel entonces estaba de moda en Europa que era River Plate. El conjunto argentino se caracterizaba por lucir una franja roja cruzada de derecha a izquierda (desde 1932).
Como parte de esta particularidad, en 1952, en una gira por Madrid, autoridades de River regalaron un juego de camisetas a Rayo Vallecano para sellar la hermandad que continúa hasta hoy en día.