La “garra charrúa” va más allá de la cancha y es un sentimiento eterno. Así lo volvió a demostrar Sebastián Washington Abreu, quien se presentó el lunes a observar y motivar a sus excompañeros de la selección de Uruguay, que se preparan para el Mundial de Rusia 2018.
La identidad del goleador con la Celeste y, en particular, con el proceso que lidera el Maestro Tabárez es público y notorio. Por ello, se coló en el complejo Celeste para acompañar la primera práctica de la selección con los 23 convocados que viajarán a Rusia para el Mundial.
“El Loco”Abreu se apostó a un costado de la cancha, junto a tres de sus hijos y un tradicional tarro de mate en su mano izquierda, para presenciar los trabajos de varios de los que en algún momento fueron sus compañeros.
Fiel a una causa, que defendió con orgullo, Abreu dejó su buena vibra en el grupo,la misma que muchas veces ayudó a la Celestea superar situaciones adversas.