El fútbol japonés antes de la década de los ‘90 era bastante diferente al de hoy en día. Ni su liga ni su seleccionado eran de los más fuertes de Asia y recién para 1998 lograron meterse por primera vez en una Copa del Mundo. En gran parte ese hito fue gracias a Hidetoshi Nakata, para algunos el “Beckham japonés”.

Hidetoshi Nakata nació el 22 de enero de 1977 en Kofu, una ciudad situada en el corazón de Japón. Sus inicios futbolísticos fueron en diferentes equipos escolares de su ciudad.

En el Torneo Nacional de Institutos de 1994, con la Escuela estatal de Nirasaki, la rompió toda y se ganó su citación para el seleccionado sub 19 japonés. Luego de su actuación en el Torneo Asiatico de ese año comenzó a recibir varias ofertas de equipos de la Liga japonesa.

Si bien lo quisieron equipos conocidos del país, terminó fichando en 1995 con el Bellmare Hiratsuka. Debutó ese mismo año con el equipo y tras tres buenas temporadas llamó la atención del fútbol italiano. Específicamente del Perugia. Así, se transformó en el segundo nipón en arribar al fútbol italiano. También ese fichaje, fue, en gran parte, gracias a la exposición que tuvo Nakata en el Mundial de Francia 1998.

Hizo una buena carrera en Europa y pasó por diversos equipos. Después del Perugia se marchó a la Roma, donde fue campeón de la Serie A en el año 2001. También pasó por el Parma, allí ganó la Copa Italia del 2002. También estuvo en Bologna, Fiorentina y el Bolton Wanderers de Inglaterra, club en el que se retió en el 2006.

Con su seleccionado jugó tres mundiales: Francia 1998, Corea/Japón 2002 y Alemania 2006. Además, en el del 2002 tuvo la oportunidad de anotar un gol contra Túnez en el cierre de la fase de grupos.

Luego de su retiro en el año 2006 se metió en el mundo de la moda, algo que siempre le interesó, y también fundó su propia fundación. La misma se llama “Take Action Foundation” y recauda fondos para causas benéficas.