La selección vinotinto derrotó a Uruguay en la tanda de penales y se clasificó a la final del Mundial Sub 20, donde se medirá con Inglaterra.

Tras un partidazo a pura tensión, de esos que sólo sabe regalar el fútbol sudamericano, Venezuela consiguió meterse en una final mundialista por primera vez en su historia, incluyendo todas las categorías.

La paridad fue el rasgo predominante durante los 120 minutos que tuvo el juego, en el que venezolanos y uruguayos terminaron igualados 1-1, dando paso a la definición por penales. Nicolás de la Cruz había adelantado a la Celeste tras un penal cobrado con la asistencia del VAR, pero cuando se extinguía el segundo tiempo, Samuel Sosa encontró el empate con una magistral ejecución de tiro libre para llevar el juego a tiempo extra.

En los 30 minutos adicionales, ambos equipos parecieron firmar un tácito acuerdo de no agresión, sabiendo que un descuido podía dejarlos con las manos vacías en un abrir y cerrar de ojos, por lo que a la definición no le quedaría otra alternativa que los penales.

Allí Venezuela fue más precisa y terminó sellando por 4-3 una clasificación histórica a la final del Mundial Sub 20 de Corea del sur, donde deberá medirse a Inglaterra, que en el duelo europeo de las semifinales eliminó a Italia ganándole 3-1.