Llegar a ser futbolista profesional en un equipo destacado de Europa automáticamente te permite ganar mucho dinero, o al menos más que la gente común, y cuando ya llevas más de una década como figura y capitán de uno de los equipos más grandes del mundo, el dinero y los lujos ya casi que los das por descontado. Ese es el caso de Marquinhos, capitán del Paris Saint-Germain.

En un equipo que hoy cuenta con nombres como Lionel Messi, Kylian Mbappé, Neymar Jr o Sergio Ramos, Marquinhos fue la primera gran pieza de las que hoy se mantienen en el plantel, y por ello lleva la cinta de capitán cada vez que sale al campo. Y vive como todo un capitán del PSG, uno de los equipos más ricos y poderosos del mundo futbol. Sin embargo, con el tiempo Marquinhos ha terminado por reflexionar sobre estos lujos y descubrir que no son lo que imaginaba cuando estaba en las inferiores del Corinthians.

“Siempre quise jugar para un gran club y tener un buen coche. Por eso, cuando tuve las llaves del Ferrari, me dije a mi mismo ‘¡Lo lograste!'”, comentó el futbolista sobre su Ferrari 458 Italia. No obstante, no terminó por ser una de las posesiones más preciadas de su colección: “Me di cuenta que me aburre conducirlo, lo uso muy poco y sólo lo aprovecho con amigos y familiares”, reconoció Marquinhos.

Y no estamos hablando sobre cualquier automóvil, ya que el Ferrari 458 Italia es uno de los superdeportivos más destacados diseñados por el fabricante de Maranello, valuado en aproximadamente 250 mil dólares por su motor central atmosférico V8 de 4.5 Litros.

Con ello, hablamos de un auto veloz, capaz de alcanzar los 320 km/h de velocidad máxima, y de hacer el 0 a 100 en 3,4 segundos, un verdadero rayo.

Sin embargo, Marquinhos lo tiene en su garage, con apenas algunos kilómetros realizados y juntando polvo como uno de más de su colección… Una nueva muestra de que lo esencial y lo más importante no es lo material.