Luego de que se confirme el fallecimiento de la Reina Isabel II, quien mantenía su trono desde el 1952, el príncipe Carlos se convirtió en el nuevo rey Carlos III de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Es el heredero primario ya que Felipe de Edimburgo, quien falleció el año pasado, no hubiera podido quedarse con la corona.
Según la tradición, la monarquía es hereditaria y la sucesión se da automáticamente, sin ningún tipo de pausa alguna. Se podría decir de esta forma que, tal y como dice la frase, "el Rey nunca muere".
Es por ese motivo que, al igual que Isabel en 1952 tuvo que suceder a su padre, ahora pasa lo mismo con su hijo, Carlos III. De esta forma, su esposo Felipe de Edimburgo no hubiera podido ocupar nunca el cargo más alto de la monarquía en Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
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+Falleció Isabel II: qué dice el comunicado oficial
El comunicado que anunció el fallecimiento de la reina de 96 años dice lo siguiente: "La Reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde. El Rey y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana".