Luego de una reunión entre las partes , este juevesBarcelona anunció queLionel Messino continuará ligado al club tras no poder formalizar el acuerdo de palabra que existía para la renovación del astro argentino. Laporta parece no haber podido encontrar en LaLiga un aliado para avalar el regreso del argentino a la disciplina culé. Estos serían los tres motivos del ente para no tomar partido en una situación que afectará sin dudas al futuro más cercano del fútbol español.
Barcelona sigue sin grandes noticias en cuanto a las ventas que podrían financiar el nuevo contrato de Messi con la institución. Griezmann, Coutinho, Umtiti y Pjanic siguen perteneciendo al club a solo una semana y media para que arranque LaLiga y con el mercado viviendo su último mes. Si no hay cambios de magnitud de aquí al próximo domingo, todos en Cataluña saben que se la jugarán en las próximas evaluaciones de FIFA sobre el Fair Play Financiero.
Motivos de LaLiga para no ayudar al Barça
Sergio Fernández, periodista de MARCA, asegura que desde el máximo ente del fútbol español no quieren tomar partido en la difícil tarea que se tiene en Barcelona gracias a tres poderosas razones donde incluso, la política hace que para LaLiga sea imposible avalar el tan esperado contrato del argentino.
El primer motivo pasa por no querer cambiar el reglamento firmado por todos los clubes en cuanto al tope salarial y los controles económicos de quienes hacen parte de LaLiga. El propio Barcelona firmó ese acuerdo años atrás y si bien ha habido propuestas para alterarlo, en Madrid se muestran inflexibles.
Luego está el factor ‘político’ de la cuestión, donde en caso de favorecer a un solo club en medio de las dificultades económicas con la que viven la gran mayoría de equipos que conforman el campeonato, en LaLiga temen por una rebelión de los más chicos y quejas de los más grandes. Por último y no menos importante, la todavía participación de Barcelona en la Superliga hace que desde Madrid no quieran apostar por una junta directiva que ha venido apoyando un proyecto que pone en juego la viabilidad de los torneos nacionales.