Liverpool visitó a Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano por la tercera fecha del Grupo B de la Champions League. Los de Jurgen Klopp buscaban continuar con el pie derecho tras haber conseguido seis puntos en sus primeras dos presentaciones.
El conjunto inglés comenzó dominando el trámite y consiguió materializar el momento con aporte goleador para apuntar las primeras diferencias en el marcador. Mohamed Salah realizó una excelente jugada individual que le permitió a Liverpool pegar primero.
El egipcio tomó la pelota sobre la derecha del campo y comenzó a meterse hacia el eje central a pura gambeta. El delantero eludió a tres de sus rivales y luego remató contra el arco de Jan Oblak. El tiro se desvió en Geoffrey Kondogbia y se convirtió en el primer festejo del partido.
Pero sólo cinco minutos más tarde, a los 13, Liverpool logró estirar la diferencia con un verdadero golazo. Naby Keita estaba expectante en la puerta del área y un rebote le cayó del cielo. El mediocampista de Guinea le dio sin miedo de volea, de aire y de primera, y la clavó con fuerza y precisión sobre el palo derecho de Oblak en una ejecución soñada.