Se viene una nueva guerra en el fútbol mundial. Si la cosa ya estaba tensa por los problemas entre Confederaciones, la trama de la Superliga o los cambios en el formato de clasificación a la Copa del Mundo, podríamos estar a las puertas de un conflicto que moverá los cimientos de un deporte donde todos buscan sacar tajada en tiempos de revoluciones. FIFA vs. los agentes, la batalla que empieza a ganar forma.

El mundo del fútbol se encuentra cada vez más a merced de representantes que piden millonarias comisiones a la hora de mover a sus futbolistas. Mino Raiola se llevó solo 20 palos verdes por la llegada de Gianluigi Donnarumma al PSG y según apuntan desde MARCA, los agentes recaudaron para sus bolsillos más de 450 millones de euros el pasado verano. FIFA cuenta con el favor de los clubes para decir basta.

Equipos como AC Milan se vienen quejando de las cifras que cobran los representantes en el último tiempo. Los rossoneri ‘vetaron’ a Raiola de San Siro por la situación de Donnarumma producto de sentirse ‘extorsionados’ por el agente. El máximo ente del fútbol Mundial, liderado por Fantino, ya tiene en sus manos un borrador que espera se encuentre pronto en manos de la justicia del deporte internacional.

La Ley anti agentes

¿Qué pretende FIFA? No que los representantes se queden sin comisiones por su trabajo o que no puedan hacer parte de las negociaciones entre clubes, sino que no abusen de un vacío legal que les permite pedir lo que deseen en un traspaso a modo de recompensa personal. El máximo ente de este deporte pretende aprobar más pronto que tarde una ley que permita a los Raiola o Jorge Mendes de turno cobrar como mucho un 6% de la operación que lleven a buen puerto.

Sumado a esto, el cobro de dicha transferencia tendría que hacerse por medio de una entidad nueva que sería creada por FIFA para esclarecer las cuentas de los agentes en el fútbol. El proyecto es ambicioso sí, pero encontrará problemas desde el primer día. Y es que para conseguir su objetivo, desde Zúrich tendrían que revolucionar para siempre los tratados de comercio internacional con los cuenta el fútbol, que tienen el apoyo de Bruselas (sede de la Unión Europea) y que chocan con leyes tan fuertes como la Bosman. Se viene una nueva guerra en el fútbol mundial.