Por el encuentro de ida de las semifinales de la Copa del Rey, Real Madrid recibió este jueves a Barcelona en el Estadio Santiago Bernabéu. Este duelo marcaba otro cruce trascendental en la temporada para ambos equipos, además de tener la importancia habitual por tratarse de El Clásico.
Es que, en lo que va de la campaña, el Merengue y el Blaugrana lucharon mano a mano en más de un frente. En la Supercopa, el primer trofeo en juego de 2023, los dirigidos por Xavi Hernández se impusieron en la final ante los blancos, mientras que también los superan en LaLiga, a falta de 15 jornadas.
En ese contexto, el partido de este jueves tenía más tensión de la normal y eso se reflejó sobre el campo de juego. La primera mitad tuvo casi una deceda de faltas cometidas por lado, producto del nerviosismo que se vivió en el césped y una acción en particular mostró esa esencia.
Sobre los 23 minutos, Vinícius Júnior y Frenkie de Jong se cruzaron cerca de la mitad de la cancha en un forcejeo con la pelota que terminó con el brasileño derribando a su rival tomándolo del cuello. Por esa falta, el delantero blanco se ganó la tarjeta amarilla, pero tuvo una reacción explosiva ante el árbitro que lo dejó cerca de terminar en el vestuario con anticipación.