El fútbol argentino quedó revolucionado por la presencia de RobertPirès, quien fue campeón del mundo con la Selección de Francia en el Mundial disputado en su tierra, en 1998. Claro, no es algo habitual ver en un estadio de nuestro país a un excelso futbolista de otra época, y más si se trata del Viejo Continente. Y la gran amistad que tienen Riquelme y el ex Villarreal, generó que el 7 fuera al estadio de Vélez.
Muchos años compartieron en España, donde cada uno aprendió del otro. De hecho, en más de una ocasión,Pirès halagó el juego que tenía el actual vicepresidente de Boca. Y como si fuera poco, con su nuevo emprendimiento, donde trabaja con una agencia de jugadores, el francés observó detenidamente el rendimiento de Guillermo Fernández y también de Sebastián Villa.
Pero no solamente se tomó el tiempo de analizar la performance de Pol y del extremo colombiano, quien está en los planes de Internacional SC, sino que también quedó totalmente fascinado con la actuación, por más escasa que resultó, de Aaron Molinas.
El juvenil fue pedido por los hinchas, Battaglia les hizo caso y, el enganche de 21 años demostró por qué no puede sentarse más entre los suplentes. Además de los grandes destellos de calidad que tuvo, participó del segundo gol, donde Frank Fabra realizó una jugada como Roberto Carlos y definió de tres dedos.
Por el momento, no hubo ninguna oferta concreta que pudiera generar la partida de Molinas, pero sí en Boca le establecieron una cláusula de rescisión fijada en 20 millones de dólares, además de que su vínculo culminará en diciembre de 2025.