Durante los últimos años, el término “pasaporte comunitario” se volvió una costumbre dentro del mundo del fútbol. Se tornó un aspecto cotidiano observar a cientos de futbolistas realizar trámites para obtener esta famosa herramienta que le trae grandes beneficios a su carrera, al abrirle mayores facilidades para ser traspasados a clubes europeos. Sin embargo, el proceso tomó un drástico giro legal que puede complicarle a los jugadores de la Selección y extranjeros la obtención del mismo.

El análisis continuo del árbol genealógico, buscando la existencia de antepasados oriundos de Europa para que se conviertan en la llave maestra para obtener la doble nacionalidad, se tornó en moneda corriente en Sudamérica. En el caso argentino, los casos de parientes españoles e italianos abundaban por doquier como consecuencia del período inmigratorio durante la Segunda Guerra Mundial, provocando que sus descendientes obtengan el pasaporte que les otorga la libertad de movimiento por todo el continente europeo.

En el mundo del fútbol, el documento le aporta a todo jugador el beneficio de no ocupar ninguno de los tres cupos extracomunitarios de los que dispone cualquier equipo europeo en su plantel. Por eso es que los clubes miran con ojos especiales a todas las estrellas sudamericanas que cuentan con el visado. Ejemplos sobran: Mateo Retegui, Julián Álvarez y el mismísimo Lionel Messi. En Brasil ocurre lo mismo con jugadores como Thiago Motta y Jorginho.

Retegui, el delantero argentino nacionalizado italiano. Foto: Marco Luzzani/Getty Images.

En lo que respecta a España, el gobierno solamente le otorga el visado a todo hijo o nieto de una persona nacida en la región. Diferente era Italia, que permitía hasta los descendientes de cuarta generación y provocó que miles de argentinos reciban la nacionalidad. Al menos hasta hoy.

Durante las últimas horas, el gobierno italiano decidió copiar la norma que rige en España. A partir de ahora, habrá que ser hijo o nieto de una persona nacida en Italia. “Busca fortalecer el vínculo entre ser ciudadano italiano e Italia. La ciudadanía es un asunto serio; a lo largo de los años ha habido abusos y solicitudes que excedieron el interés real“, informaron desde el Ministerio de Exteriores.

Qué casos se habrían visto perjudicados por la nueva ley italiana

Según informaron desde Italia, durante el último año un total de 30 mil ciudadanos argentinos y 20 mil brasileños consiguieron su doble nacionalidad a través del procedimiento que dejó regir. Ese mismo supieron utilizarlo jugadores como Mauro Camoranesi, quien con la actual norma no habría sido campeón del mundo en 2006. Aunque, por ejemplo, el caso de Retegui no habría sufrido ningún tipo complicación porque su abuelo es italiano.

Bajo este contexto, habría que seguir de cerca el árbol genealógico de cada futbolista argentino con doble nacionalidad. Lo cierto es que, Italia puso una considerable traba en el camino para que sea menor la cantidad de casos autorizados para recibir el pasaporte comunitario. Por ende, la estrategia albiceleste para emigrar al fútbol del Viejo Continente se complica, y ni hablar si la Azzurra busca nacionalizar futbolistas para su selección.

Esto significa que, ante la latente chance de que varios jugadores se vean imposibilitados de recibir el pasaporte, los clubes mostrarán interés en un grupo más selectos de nombres ya que pensarán dos veces en qué casos apostar por el fichaje de un futbolista que ocupará un lugar extracomunitario en su plantilla.