Su camino fue de perfil bajo siempre. Desde que Carlos Bianchi lo hizo debutar en Vélez en 1993, para lograr aquel título que consagró al Fortín después de 25 años. Fue parte de los planteles multicampeones del club desde las sombras, hasta que le llegó su tiempo de brillar. Fue corto ese tiempo, porque el salto a Europa fue inmediato. Y allí encontró su destino: afincado en España, ídolo en el Espanyol, y dueño de un restaurant al que todos los jugadores top van a comer carne argentina. Así es la vida de Martín Posse.
No camina por debajo de los reflectores pero podría. Su restaurant, 9 Reinas, es el lugar de encuentro del plantel del Barcelona, entre otros. Lo abrió en 2009 con su socio Xavier Escaich, exdelantero del Barsa y del Espanyol, y otros tres amigos. Sí, el nombre -que ahora es Grupo 9 Reinas- viene de la famosa película argentina protagonizada por Ricardo Darín que, por cierto, pasó varias veces por el lugar. Y porque la especialidad es, si, el asado. Carne argentina de primera.
Hoy la franquicia la componen tres restaurantes con el mismo nombre, contando el ubicado en Sant Cugat del que Javier Mascherano fue inversor hace un tiempo atrás, aunque ya dejó la sociedad. Allí, a 20 minutos del Camp Nou, se juntaban Leo Messi, Luis Suárez y Neymar en sus tiempos culés. La costumbre se transmite por generaciones: hace un tiempo, Lamine Yamal compartió una imagen comiendo en el mismo restaurante.
Pese a ser dueño de otros emprendimientos gastronómicos, el Cholo no dejó su conexión con el fútbol. Hasta diciembre del 2024, el exdelantero fue el entrenador de Kunisports, el equipo de la Kings League de Sergio Agüero. Al Kun lo conocía por su amistad con Maxi Rodríguez y los tres cenaron juntos muchas veces cuando el delantero y la Fiera estaban de visita en la ciudad, y viceversa.
Sin embargo, su llegada fue casi de casualidad: “Un un streamer dice ‘yo en Barcelona conozco a Saviola, a Zabaleta, a Posse’ y ya enseguida mis hijos me dijeron ‘te nombró tal persona'”, contó en Infobae hace unos años. El exIndependiente lo llamó por teléfono y le preguntó si le gustaba la idea de sumarse. Eso fue allá por el 2023.
El ya tenía cierta experiencia como entrenador: después de su retiro, instaladísimo en Catalunya, dirigió al juvenil del Espanyol en División de Honor, el Hospitalet, al Pobla de Mafumet, al que ascendió a Segunda B, al Olot y al Juvenil A del Damm. Su única experiencia como entrenador por fuera de España fue cuando acompañó a Patricio Camps, excompañero en Vélez, como parte de su cuerpo técnico en Independiente Santa Fe de Colombia.
En la Kings League estuvo varias temporadas y cerró su paso siendo entrenador del equipo argentino que representó al país en la Kings World Cup y que tuvo en el equipo a varios streamers y a exjugadores como el Kun, Augusto Fernández, Rubens Sambueza y Marcelo Barovero. Tras la eliminación en cuartos de final, Posse dejó el cargo.
Inicio, salto y consagración
Comenzó en aquel Vélez de Bianchi cuando apenas tenía 17 años, aunque había llegado al club a los 9. Nacido en San Justo, hizo las Inferiores en el club y aunque tuvo su chance prematura, pasaron algunos años hasta que logró consolidarse. Aunque fue parte importante también del Vélez de Osvaldo Piazza que brilló tras la salida del Virrey, fue con Marcelo Bielsa que alcanzó su plenitud.
El Loco arregló con Vélez tras la negativa de Bianchi de volver al club tras un mal paso por la Roma. Ya había sido campeón con Newell’s en el 92 y venía de trabajar en México. En agosto del 97 lo presentaron y en ese torneo, el Apertura, finalizó en la cuarta ubicación. Tras un verano convulsionado, el Clausura fue para el Fortín, con dos rendimientos superlativos: los del Pato Camps y el Cholo Posse.
Diez goles para el extremo, un torneo que terminó al año siguiente -en la previa al Mundial 98- y el salto inmediato al Espanyol, de la mano de Marcelo Bielsa, que lo pidió exclusivamente. Firmó un contrato por cinco años y el 50% de su ficha costó 4.600.000. Una estrella absoluta. El camino de Bielsa en el Espanyol duraría apenas cinco meses: tras la salida de Daniel Passarella de la Selección (quien había convocado al Cholo en alguna ocasión), Pekerman se reunió con él y lo llevó como entrenador de la albiceleste.
En el equipo perico fueron 176 partidos, y aunque en la Liga por lo general el equipo pululó por la mitad de la tabla, en el año 2000 logró la Copa del Rey, tras vencer al Atlético en la final, compartiendo equipo con Pablo Cavallero y Mauricio Pochettino, aunque su gol más recordado fue en las semifinales ante el Real Madrid. Fue cedido al Tenerife cuando asumió Javier Clemente, pero regresó para ganar su segunda Copa, en la temporada 05/06.
Tras salir del Espanyol, jugó una temporada en el Casteldefells para colgar los botines un año después, en el 2008, con apenas 33 años. Siguió jugando al fútbol 7 y concentrado en sus negocios por fuera del fútbol, hizo el curso de entrenador y rápidamente cambió el chip, siempre en la ciudad que lo enamoró desde el primer día: Barcelona.
“A esa hora me caso”
Hay que animarse a decirle a Bielsa esa frase antes de un partido ante Boca. Pero Posse lo hizo: en la previa al inicio del torneo, con la agenda del campeonato ya confirmada, eligió la fecha para llevar adelante su casamiento con su novia Nancy, hoy madre de sus dos hijos varones, para el sábado siguiente al partido con el Xeneize, dirigido por Héctor Veira, programado para un viernes, por la cuarta fecha.
Cuando llegó la semana previa, Raúl Gámez le tuvo que comunicar al extremo que habían cambiado de día y el partido se jugaría el sábado. Tenía que jugar en la Bombonera y volar hacia Morón, donde estaba el salón. Se decidió adelantar media hora y el presidente le prometió sacarlo lo más rápido que pudiera del club para llegar al lugar sin demoras.
“Tuvimos que hablar con el cura para que nos esperara hasta las 23.30 y después, avisar a toda la gente que se retrasaba todo el protocolo. Pero bueno, al final cuando hay algo con ilusión y ganas… Se hizo así”, contó en Infobae.
Le ganaron a Boca 3-2 con un gol de penal de Chilavert tras una falta al mismísimo Posse. Bielsa no lo sacó y recién tras el pitazo final, el Cholo se metió en el vestuario y Gámez lo sacó del club en una ambulancia con la sirena encendida y con el jugador aún con la ropa con la que había estado en el campo de juego.
Más tarde, al salón llegaron todos sus compañeros, ya bañados y cambiados y felices por la victoria y la punta del torneo que los tendría como campeones. Y lo que planeaba ser un casamiento de bajo perfil, reunió a un montón de gente en la puerta del salón para sacarse fotos con el plantel y los invitados famosos.
Volvió a Vélez hace algunos meses, para compartir una charla con dos compañeros con los que marcó una época: Fernando Pandolfi y Patricio Camps. Los tres estuvieron en el club reviviendo momentos de gloria con los hinchas. En diciembre, ya se regreso en Barcelona, estuvo en el partido a beneficio en Casteldefells, junto con Javier Saviola, Deco, Maicon y otras estrellas. Siempre hay una excusa válida para patear una pelota.
