La verdad que fue un fiasco. No queda otra descripción para definir el debut de Carletto Ancelotti como DT de la Selección de Brasil. La Canarinha cambió muy poco con la llegada del flamante entrenador y no tuvo un buen partidos ante Ecuador.
Sí, volvió Casemiro, y Carlo puso a un 9 como Richarlison, pero lo cierto es que no se vio un buen rendimiento de parte del combinado nacional brasileño y fueron superado ampliamente por los ecuatorianos, que no pudieron ganar por sus imprecisiones y las virtudes de Alisson, la figura del Scratch en la jornada.
La historia dirá que hubo una noche en la que un equipo de Sebastián Beccacece fue superior a uno de Ancelotti, y que Ecuador mereció la victoria ante Brasil. Carletto intentó ir a ganarlo con cambios como Martinelli y Matheus Cunha, pero no logró quedarse con el partido.
Esto le demuestra al mundo lo competitivo que es el fútbol sudamericano. Le cuesta a los jugadores que vienen de Europa, y a los técnicos también. El crédito de Ancelotti está igual, y le faltará contar con Neymar y ponerlo a Raphinha como titular.
Ah, y siguiendo con las Eliminatorias, quiero hablarle un segundo a mis amigos bielsistas, que siempre le dijeron antifútbol a Alfarito y su Paraguay le clavó dos pepas a la Uruguay de Bielsa. La Celeste es un desastre desde la Copa América para acá y le cuesta horrores ganar un partido. El predicador Gustavo Alfaro, el Aristóteles del fútbol, en cambio, hace soñar a todo el pueblo paraguayo con la participación en el Mundial. Y ojo que no se le ocurra llegar lejos ahí también.
