Como si algo le faltaraal inesperado arranque de la Selección Argentina en el Grupo C de la Copa del Mundo de Qatar 2022, en las últimas horasestalló la discordiaentre los integrantes del públicoalbiceleste presenteen Doha, luego de lo que fue su papel -decepcionante, por cierto- en el duelo de hinchadas frente a Arabia Saudita en el Estadio de Lusail.
Si bien es cierto que, como se esperaba, los saudíes en número fueron muchos más dadas las cercanías entre su país y el anfitrión (algo más de 700 kilómetros)y eso, por supuesto, hizo que al momento de arengar marcaran la diferencia en el recinto que será también, entre otros, el escenario de la Final, la reacción de los argentinos increíblementejamás llegó.
Ni siquieraapareció en el empate de Saleh Al-Shehrinien el 2 a 1 de Salem Al-Dawsari, a los 48 y 51 minutos, respectivamente, ni en ningún momento de la tarde, coronando de esta manerauna jornada que quedará marcada, por lejos, porser una enlas que menos apoyo recibió la Selección Argentina en los últimos mundiales.
¿Quégenerótanta falta de actitud?Que empezaran los reclamos en diferentes grupos de Whatsappy de Facebook, en los que hasta el momento solo se intercambiaban mensajes para: la venta de entradas, reservas de hospedaje y organización de acontecimientos como fue el banderazo del lunes 21 en el FIFA Countdown Clock de Corniche (que, nobleza obliga, sí estuvo a la altura)y el que llevarán a cabo en la concentración de la Scaloneta el viernes 25 en la previa al compromiso con México.
En ese sentido, vale aclarar lo que se percibe a simple vista:la ausencia de los hinchas genuinos -no barras- que habitualmente asisten a los estadios en el fútbol local, dentro del grupo de argentos en Qatar 2022. Claramente-seguramente por razones económicas-pertenecen a la minoría. Muchos emigraron,por lo que vienen de diferentes partes del mundoy,algunos otros, que sí viajan desde Argentina, evidentemente, en general, no son de transitarpor los escalones de latribunao por lo menos se nota que hace mucho tiempo que no lo hacen.
Encima, para colmo de males, México peló una fiesta tremenda en el Estadio 974 contra Polonia y son, según números oficiales, 50 mil más que los argentinos. O sea, entre una hinchada sin almay la presencia imponente de los mexicanos, el escenario para el segundo partido del Grupo Cprometeser, por lo menos en la previa, como si se fuera a jugaren el propio Estadio Azteca.