El 9 de marzo de 1982, en Dortmund, Alemania, nació Mirjana Lucic. Sus padres eran yugoslavos, por lo que adoptó esa nacionalidad y cuando el país se dividió, Mirjana representó a Croacia. El padre de Mirjana estuvo fuertemente vinculado al mundo del deporte, fue decatleta yugoslavo olímpico.

Mirjana Lucic se apasionó por el tenis y comenzó a practicarlo de chica. Participó del circuito júnior y allí se lució del tal manera que comenzó a competir como profesional a los 14 años, en 1996. Ya en 1997, obtuvo su primer título a niel WTA, fue en Bol ante Corina Morariu, un año más tarde repetiría en mismo certamen y ante la misma rival.

El primer Grand Slam y semifinales en Wimbledon

Para comienzos de 1998 consiguió su primer gran logro al ganar el Abierto de Australia en la modalidad de dobles junto a Martina Hingis, una de las grandes jugadoras de todos los tiempos que por entonces también daba sus primeros pasos, aunque era dos años mayor.

Lucic en el Abierto de Australia de 1998. (Foto: Getty).

Lucic no solamente se destacaba en dobles, también lo hacía en individuales por entonces y en 1999 lo dejó en claro cuando llegó a las semifinales de Wimbledon. En dicha instancia se midió ante Steffi Graf y todo se definió en tres sets, con la alemana como triunfadora del duelo.

Un calvario dentro de casa que la obligó a apartarse del tenis

Durante su etapa formativa y también en los primeros años en el profesionalismo, Mirjana Lucic vivió una verdadera pesadilla con su padre. La tenista lo acusó de haber abusado de ella física y económicamente. En 2006 recién pudo contar un poco de su historia en diálogo con New York Daily News: “Hubo muchas cosas que nadie podría imaginar. Era peligroso para mí quedarme en Croacia”.

Cabe destacar que, entre comienzos de los 2000 y casi llegando al final de esa década, Mirjana jugó muy pocos partidos en el circuito. Eso se debió a que tuvo que abandonar Croacia junto a su madre y sus hermanos. Por su parte, Marinko -su padre- afirmó en una carta: “Si alguna vez le di algún cachetazo fue sólo por su comportamiento, siempre hice lo que creí que era mejor para ella”.

Su vuelta al tenis grande

Si bien había dejado la competencia, para 2010 volvió a los primeros planos, aunque le costó encontrarse nuevamente con su nivel y su ranking, pero Marjina fue una gran jugadora y en el tramo final de su carrera tuvo logros importantes.

Mirjana Lucic en el US Open de 2010. (Foto: Getty).

En 2014 ganó su tercer título en Quebec ante Venus Williams, en 2016 fue finalista en Estrasburgo y para 2017 alcanzó nada más y nada menos que la semifinal del Abierto de Australia a sus 34 años. Su mejor ranking lo alcanzó justamente en ese año cuando llegó a ser la número 21 del mundo. En 2018 dejó la actividad profesional.

Mirjana Lucic-Baroni tras alcanzar las semifinales del Abierto de Australia en 2017. (Foto: Getty).

Su vida después del tenis

Mientras volvía a su mejor nivel, Mirjana se casó en 2011 con Daniele Baroni y adoptó su apellido, por lo que pasó a ser conocida como Mirjana Lucic-Baroni. Una vez que dejó la actividad, se radicó definitivamente en Estados Unidos, más precisamente en Florida, donde su marido tiene restaurantes. La ex tenista dijo: “Me divierto cocinando junto a mi marido pero no en el restaurante. Allí solo voy a comer“.