Australia tiene una tradición tenística muy fuerte y así o fue a lo largo de toda la historia, tanto entre hombres como también en las mujeres. Sin ir más lejos, dos de las máximas leyendas del tenis nacieron allí: Rod Laver y Margaret Court. Más acá en el tiempo, los australianos tuvieron dos jugadores que llegaron al número 1 del mundo del ranking de la ATP, el primero en lograrlo fue Patrick Rafter en 1999, mientras que en 2001 lo hizo el polémico Lleyton Hewitt.
Cabe destacar que en 1974, el segundo jugador en la historia en alcanzar ese puesto fue el australiano John Newcombe. Detalle a tener en cuenta es que el ranking comenzó en 1973 y el primer número 1 de la historia fue el rumano Illie Nastase.
Patrick Rafter se desempeñó como profesional entre 1990 y 2002, aunque para 2014 tuvo un breve retorno al circuito para jugar el Abierto de Australia en la modalidad de dobles junto a Lleyton Hewitt. En sus trece años como profesional llegó a competir únicamente ante Roger Federer -3 victorias en tres partidos para el australiano- de los integrantes del Big 3, ya que Rafa Nadal y Novak Djokovic se insertaron al circuito más adelante.
En el año 2023, Patrick Rafter dialogó con The West Australian y al ser consultado por el mejor tenista de todos los tiempos, el ex número 1 del mundo se decantó por Novak Djokovic y afirmó: “Para mí, con 24 títulos de Grand Slam, es bastante evidente que es el mejor de todos los tiempos. Tiene el récord y probablemente tenga el mejor balance de victorias y derrotas contra el resto de jugadores y contra los mejores tenistas”.
La gran carrera de Patrick Rafter
Patrick Rafter nació en Australia en 1972 y se inició en el profesionalismo en 1990, cuando por aquel entonces se destacaban en el circuito Stefan Edberg, Boris Becker, Jim Courier y más adelante aparecerían las figuras de la talla de Pete Sampras y Andre Agassi. Rafter tuvo un juego muy característico de las décadas del 80 y el 90 que era hacerse fuerte con el saque y la volea y le funcionó a la perfección.
A mediados de los 90 dejó en claro que estaba para pelear con los jugadores más importantes del mundo y en 1997 ganó su primer Grand Slam: fue el US Open, allí también repitió en 1998, mientras que en el 2000 y 2001 fue finalista en Wimbledon, pero en ambos casos perdió. En lo que respecta al ranking llegó a ser número 1 del mundo en 1999 por una semana.
