En un duelo de necesitados, donde el fantasma del descenso está merodeando por ambos planteles, Vélez recibió a Arsenal y se decretó el debut de Sebastián Méndez tras su polémica salida de Unión.
En el estadio José Amalfitani, el Fortín fue en búsqueda de un triunfo que le permitiera respirar después de mucho tiempo: llegó a este encuentro con un triunfo en los últimos tres meses (más allá de que ganó por la Copa Argentina). Por su parte, los de Sarandí acumulaban dos derrotas en fila tras el triunfo frente a Boca.
A pesar de la localía y que el conjunto de Liniers tuvo el empuje de sus hinchas, el partido se transformó en una pelea de boxeo: Arsenal comenzó a provocar muchísimas situaciones de peligro, arrinconó a su contrincante, pero no lo remató. Y si bien Vélez generó algunas pocas ocasiones, no estuvo punzante.
Los minutos pasaron y los dirigidos por Federico Vilar tuvieron las mejores ocasiones para convertir. Sin embargo, la pólvora estuvo completamente mojada y no pudieron vencer a la valla defendida por Leonardo Burián. Pero los pibes de Vélez no se dieron por vencidos y fueron en búsqueda de lo que no lograba Arsenal.
A los 33 minutos, Santiago Castro se encargó de realizar una majestuosa pirueta dentro del área para que, de tijera, estampara el 1-0 y desatara toda la locura en el barrio de Liniers. Después de muchísimo sufrimiento, el juvenil de 18 años provocó un enorme desahogo para los comandados por el Gallego Méndez.
Poco que decir sobre lo que hizo Castro. Explota la gente con ese GOLAZO.
Después de tres meses, Vélez empezó a respirar. La agonía continuará, pero de la mano de Sebastián Méndez, un hijo pródigo de la casa, saben que al menos dejarán todo dentro de la cancha. Y en su primer partido, la actitud no faltó.
A raíz de este triunfo, el Fortín alcanzó los 21 puntos y dejó a Arsenal en la última colocación de la tabla de la Liga Profesional. Y si bien falta mucho, los hinchas empiezan a ilusionarse con la salvación.