Tras pasar quince días internada, luego de sufrir un ACV isquémico, Alejandra Oliveras falleció a los 47 años y el mundo del deporte está de luto. En la clínica donde permaneció este tiempo explicaron los motivos: “Lamentablemente, hoy a la tarde (por el lunes) la paciente sufrió un shock con una hipoxemia severa consecuencia de una embolia pulmonar masiva que desencadenó en un paro cardiorrespiratorio refractario, por más que se realizaron las medidas de emergencia”.
Quien manifestó su dolor fue Marcela Acuña, una de las máximas exponentes del boxeo femenino argentino de todos los tiempos y lo hizo en diálogo con Radio 10: “Muy triste, no lo esperaba. Una no sabe como tomarlo. Hasta ayer estaba mucho mejor, parecía en camino a una recuperación. Me deja sin palabras. Teníamos muchas esperanzas en ella, que es tan fuerte, y que se vaya así me pone mal”.
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Además, agregó: “Podemos recordar de ella sus buenas energías, las ganas que tenía de superarse día a día… Estaba estudiando, e incursionando en la política porque tenía ganas de hacer cosas buenas por la sociedad y seguir ayudando a otras mujeres. Hay un montón de cosas más que rescatar de ella, pero en este momento pienso en sus hijos y en sus hermanos, que la deben estar pasando muy mal”.
Por otro lado, focalizó en que su relación -que tuvo infinidad de idas y vueltas- mejoró considerablemente en el último tiempo: “Hace 15 días, cuando me enteré de lo que había pasado lo primero que me pasó por la cabeza fue la suerte que tuve de poder recomponer mi relación con ella. La pasamos muy bien en el evento de boxeo de influencers, ese día que nos vimos pudimos pasar la página; nos abrazamos, nos dimos un beso y dijimos ‘vamos para adelante’”.
“Una de las cosas que ella siempre decía era que lo importante era estar vivo, disfrutar los momentos porque uno nunca sabe que puede pasar. Estaba a full, viviendo su momento. Era una influencer que motivaba a muchísima gente y a las mujeres en especial”, concluyó la Tigresa.
El inicio del conflicto y la reconciliación
Sabido es que en el mundo del boxeo se utiliza mucho la chicana y los cruces son habituales. En el caso de la Tigresa y la Locomotora, todo comenzó cuando pelearon en el Luna Park en 2008 y allí la vencedora fue Acuña, aunque Oliveras aseguró que le robaron la pelea. Luego hubo decenas de declaraciones cruzadas, pero -al menos públicamente- su reconciliación se dio en octubre de 2024 cuando se vieron cara a cara.
Acuña reflexionó al respecto: “Es sabido que durante mucho tiempo hemos tenido idas y vueltas, mediáticamente hablando nos tirábamos bombas. Pero el año pasado nos encontramos nuevamente cara a cara, dimos vuelta la página y ahí empezó otra clase de relación, tras un beso y un abrazo. Locomotora es una revolucionaria del boxeo. Sentiría mucha culpa si hubiésemos seguido peleadas”.
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