Este lunes un informe de The Athletic reportó la mayúscula deuda que tiene el Manchester United que se tradujo en unos 200 nuevos despidos dentro de la administración del club y una serie de medidas que buscan acomodar las finanzas. Sin embargo, nada de esto es suficiente si el equipo no mejora.
Así es como lo entiende Rúben Amorim, el entrenador del Manchester United, que llegó en noviembre pasado y que se ha encontrado en una situación cada vez más crítica, con el correr de las semanas y los resultados que ha tenido su equipo. Hablando en conferencia de prensa, el luso hizo referencia a ello: “Está claro [que debemos mejorar]. Tenemos que atender todos los problemas en el club, pero es importante en este momento entender cómo llegamos a esta situación“, comenzó en su análisis.
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“Y mucho tiene que ver con la falta de éxito en el equipo de fútbol. Somos el motor del club. Y quiero ayudar al club desde mi departamento, mejorar el equipo, mejorar a los jugadores y tener éxito”, afirmó. Con ello, reconoció que es el primer equipo del Manchester United el principal motivo de los problemas institucionales.

El Manchester United atraviesa una grave crisis institucional.
“Tenemos que enfocarnos, como club tenemos que darnos cuenta de lo que venimos haciendo mal y que nos ha llevado hasta esta situación. Es momento de pensar en soluciones. Ha sido un año duro para todos. Hubo muchos cambios dentro del club y seguimos haciéndolos. Con un equipo que juega bien y gana, es más fácil para los fanáticos y para todos. Pero en este momento, estamos en una situación difícil“, completó Amorim.
Manchester United vuelve a pensar en la venta de Garnacho y sus jóvenes promesas
De acuerdo al mencionado reporte, Manchester United arrastra una deuda de 360 millones de euros y deberá abonar al menos 200 millones en el próximo año. En caso contrario, se enfrentaría a graves consecuencias como la quita de puntos o incluso un descenso virtual de la Premier League.

Garnacho y Mainoo podrían ser los sacrificados.
Allí es donde entran las figuras de Alejandro Garnacho y Kobbie Mainoo, dos jugadores surgidos del club, que no significaron gastos y cuyas ventas implicarían sólo ganancias para mitigar los efectos de la deuda. En enero, los Red Devils pedían 75 millones de euros por el argentino, pero ni Napoli ni Chelsea se decidieron por pagar ese monto.
Ahora entrará en la disyuntiva la necesidad de que el equipo mejore y pelee cosas importantes nuevamente, y vender a sus principales promesas para ajustar sus finanzas. Una situación algo similar a la que vivió el Barcelona hace algunos años y que le costó el ser competitivo a nivel internacional durante varias temporadas.







