Durante un partido cargado de polémica en la previa por el caso Lucas Beltrán, Marcelo Gallardo vivió una noche especial en el Cementerio de los Elefantes ya que, a raíz del mal juego de su equipo, se lo pudo ver muy inquieto y efusivo para intentar solucionar los problemas de River.
Siempre en movimiento, dando indicaciones y bien pegado a la línea de cal, Gallardo sufrió el partido como pocas veces. Un nerviosismo que tuvo su momento prime cuando Julián Álvarez, luego de recibir un fantástico pase de Barco, desperdicio lo que era la apertura del marcador.
Totalmente anonadado por la situación que había presenciado, Marcelo Gallardo quedó de cuclillas, amacandose en el lugar, lamentándose por la clara situación que el jugador del Manchester City desperdiciaba. Todo esto, después de casi haber festejado un gol que parecía hecho.
Sin embargo, los momentos de mayor enojo de Gallardo se pudieron observar post gol de Wanchope Ábila ya que River perdió totalmente el eje del juego y solamente pudo generar una sola situación, desperdiciada por Romero, para igualar el partido que terminó perdiendo.
Más allá del enojo final, se destacó mucho la imagen inicial del partido en donde se lo pudo ver a Falcioni y a Gallardo muy unidos y riendo entre ellos pese a las disputas que el Sabalero mantuvo con River durante los últimos días.