Fue una noche repleta de emociones para todo el mundo River. Después de comenzar perdiendo ante Sporting Cristal, y donde todo parecía ser cuesta arriba, por medio de Nicolás De la Cruz y Esequiel Barco habían logrado revertir el resultado. Sin embargo, en el final de los primeros 45 minutos,Washington Corozo logró empardar por medio de un exquisito tiro libre.
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Cuando parecía que en el complemento se le iba a complicar a los dirigidos por Martín Demichelis, sobre todo por la expulsión de Enzo Díaz, el entrenador se la jugó y colocó más futbolistas ofensivos para poder lastimar a los peruanos. Y así fue que terminó consiguiendo su objetivo.
Una vez que el Millonario logró convertir el cuarto gol del partido, además de la locura que se desató en las tribunas, a Demichelis se lo pudo ver en una situación de éxtasis pleno. El entrenador se soltó y se olvidó por completo de mantener la compostura, ésa que trajo desde el fútbol alemán, y comenzó a correr por el campo de juego, además de saltar con los puños en alto.
Tras entrar en un gran climax, el ex Bayern Múnich se encontró con Enzo Pérez, el capitán y emblema que tiene el plantel, quien se le colgó de los hombros, lo abrazó y lo besó en la mejilla para luego mirarlo a la cara y gritar, desaforadamente, el tanto con el que habían liquidado el pleito.
El trámite del partido lo ameritaba, y así fue como Martín Demichelis logró desahogarse entretanto sufrimiento, ya que vive los encuentros a flor de piel. Y no es para menos, porque se trata de un hincha de River que está cumpliendo su gran sueño: poder dirigir a la institución en la que nació futbolísticamente y le permitió realizar una enorme carrera en el exterior.
