En las últimas horas, Miguel Borja, referente del actual plantel de River Plate, fue denunciado por maltrato contra sus hijos. Una noticia que, como no podía ser de otra manera, encendió todas las alarmas y generó una fuerte sorpresa en el Millonario.
La denuncia en cuestión fue diagramada por el colegio al que asisten los hijos del experimentado delantero colombiano de 31 años de edad. Más precisamente fue V.G., la directora del Instituto Grilli de Canning, quien le dio forma legal a la misma.
Borja celebrando un gol en River.
Según informaron las autoridades, la denuncia fue hecha este martes 8 de octubre después de que la directora tome conocimiento por el personal docente de que los hijos de Borja, de 7 y 10 años, sufrieron maltrato físico por parte de su progenitor.
Posteriormente, después de la comunicación correspondiente con el Servicio Local de Niñez Licenciada Arnal, se dispuso que se realice el precario médico a ambos niños junto a su progenitora Linda Pérez Martínez, de 30 años de edad.
Sin ningún tipo de dudas, una noticia totalmente inesperada en un momento trascendental de River en la temporada, con la recta final de la Copa Libertadores de América a la vuelta de la esquina. Habrá que esperar las consecuencias de esta denuncia.
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Las posibles penas para Miguel Borja
Según lo expuesto por las autoridades correspondientes, Miguel Borja podría recibir una pena de uno a tres años de prisión excarcelable por maltrato a un menor de edad con evidente perjuicio físico, moral o psicológico siempre que no constituya un delito más grave.
La postura de River al respecto
En medio de este panorama, la postura del conjunto Millonario sobre la situación de Miguel Borja es tener un diálogo con el propio futbolista colombiano y, al mismo tiempo, aguardar que la denuncia sea ratificada en la comisaría.
Se concluyó que no hubo violencia por parte de Borja
Posteriormente, en relación a lo acontecido en horas de la mañana y tras comunicación con los médicos implicados del Servicio Local y Niñez a cargo de la Licenciada Arnal, se dispuso que los pequeños no sufrieron violencia por parte de los padres, determinando que los mismos regresen al domicilio con los propios progenitores.