Germán Alejo Pezzella nació el 27 de junio de 1991 en Bahía Blanca. Desde pequeño se interesó en la pelota y comenzó a entrenarse pasando por varios en el club de su barrio, llamado Kilómetro Cinco, pasando por varios otros hasta desembarcar en Olimpo, uno de los grandes de su ciudad natal, que por entonces oscilaba entre la Primera y la Segunda División. Cuando era un niño, soñaba con ser bioquímico como su padre, aunque en contra de todo pronóstico decidió dedicarse al fútbol.

Con 15 años, se probó en River y quedó, por lo que se mudó a Buenos Aires para sumarse a la pensión del club. En 2009, con 18 años hizo su primera pretemporada en el conjunto de Néstor Gorosito. Curiosamente, antes de jugar en su club debutó en la sub 20 de la Selección Argentina que por entonces dirigía el Checho Batista por una serie de amistosos en el 2009. En agosto del 2011 participó de su primer Mundial sub-20 bajo el mando de Walter Perazzo, y entre sus compañeros estaba Nicolás Tagliafico.

Recién en diciembre de aquel año debutó en el Millonario contra Defensores de Belgrano por la Copa Argentina bajo las órdenes de Matías Almeyda, mientras militaban en la segunda división del fútbol argentino. Siguió sumando minutos por la competencia, aunque por la liga únicamente ingresó en el partido contra Quilmes, el 3 de marzo de 2012.

En 2015 pasó al Real Betis donde rápidamente tuvo rodaje sin mostrar dificultades para desenvolverse en el fútbol europeo, para dos años después ser cedido a préstamo a la Fiorentina para desembarcar en el Calcio. Para noviembre de 2017, Jorge Sampaoli lo tuvo en cuenta para la doble fecha final por las eliminatorias rumbo a Rusia 2018 y para amistosos contra Rusia, debutando con la mayor, y Nigeria, pero en contra de todos los pronósticos, así como entró, desapareció, dejó de ser tenido en cuente y se quedó sin chances de viajar al Mundial.

Con la llegada de Lionel Scaloni a la Selección absoluta, volvió y mejor que nunca, siendo convocado en todas las oportunidades; incluyendo amistosos, dos Copa América y por supuesto, la Copa del Mundo. Se exceptuó en situaciones puntuales, como cuando estuvo lesionado a finales de 2018 y ciertas eventualidades, por ejemplo, cuando cumplió una fecha de suspensión por acumulación de amarillas en el partido contra Chile en el tramo final por las clasificatorias a Qatar.

En Medio Oriente disputó varios minutos de juego, y fue una pieza clave para la conquista que añoraba todo el pueblo argentino.