Es un día histórico, por primera vez en la historia un equipo africano llega a las semifinales de la Copa del Mundo.
Por otro lado, Cristiano Ronaldo no será campeón del mundo. Su selección, Portugal, cayó por la cuenta minima ante los africanos.
El astro portugués luchó, lo intentó, buscó la victoria, pero no pudo, como pocas veces en su carrera conoció el fracaso. Su llanto es el reflejo de un hombre que cae y ve el sueñomundialista romperse.
Es un año para el olvido para el delantero, está sin club, no ha gando ningún título, y su eterno rival futbolístico, Lionel Messi, lidera a su selección hasta las semi finales del Mundial.
Con 36 años, este debería ser el último mundial de Cristiano Ronaldo. Se despide con lágrimas, con rabia y bronca, como nunca lo quizo hacer, pero el fútbol entrega un nuevo episodio histórico, Marruecos hace historia y Portugal cae ante el fracaso.