Miguel Ángel Neira es uno de los históricos de la Universidad Católica más críticos con la institución cruzada en el fútbol chileno. El ex volante de la franja está desconcertado totalmente, ya que siente que el cuadro precordillerano está traicionando todas sus raíces y matices de buen juego. Ahí, el ex mediocampista saca a la palestra a Alexander Aravena.

En el mismo tenor de las palabras de Juvenal Olmos hace algunos días, Neira también siente que Nicolás Núñez lo está matando por hacerlo jugar como el “10” de la Católica.

“Da rabia. Cómo ponen a Aravena en una posición en la que le quitan todo lo bueno que tiene si no sabe como jugar de enganche. Él, es delantero centro, es peligroso, hace goles y lo tiran de 10. Está claro que él no tiene idea de jugar como jugar ahí”, refutó Neira en Bolavip.

Miguel Ángel Neira reclama por la posición de Aravena en la UC (Captura TNT Sports)

Es más, Neira hace ver que Aravena es el que paga los “platos rotos” en el actual funcionamiento de Católica, ya que él advirtió y otra vez lo hizo: “No sacan nada con cambiar al entrenador. El problema que siempre he dicho es que a este equipo le falta un 10 y Aravena no lo es“.

Como uno de los talentos de la UC, Neira es claro y sabe que el cerebro que usa la mítica camiseta en el cuadro cruzado tiene que “tener la técnica suficiente, la paciencia, pegarle bien a la pelota. Hay que saber jugar de 10 y Aravena no es para esa posición, él es delantero“.

Tanto es la molestia de Neira que el ex crack cruzado reclama que “el único que ha intentado ser un ’10’ es el chico (Jorge Ortiz). Fue el único que intenta. Pero más allá de eso, ¡cómo no va a haber un enganche en cadetes, uno bueno, uno solo! No lo entiendo“.

En el cierre, Neira es tajante. “Me preocupa mucho lo que está jugando la Universidad Católica. El equipo hace un fútbol que no identifica para nada al club. La idea es tirar la pelota hacia atrás hacia adelante larga. Jamás, pero jamás, había pasado esto. Es un fútbol que no identifica para nada a la UC, en lo absoluto”, terminó.