Llegó a principios del año 2008 a Universidad de Chile y en la oportunidad se mantuvo durante dos temporadas y media. En ese tiempo, Walter Montillo terminó convirtiéndose en un jugador fundamental en la U, como también respetado y querido por la parcialidad azul, pese al complejo inicio en los estudiantiles.

Fútbol, talento, capacidad pero sobre todo compromiso le permitieron, paulatinamente, a la Ardilla mantenerse en la primera línea de la U siendo reconocido por sus enganches como también la adaptación que fue tomando con la camiseta, hasta el punto de quererla hasta más no poder.

Y fue en el año 2009 con Sergio Markarián en el banco, que consiguió su único título con los laicos en el Apertura de aquel año con el gol de otro amigo suyo, el uruguayo Juan Manuel Olivera.

No obstante, el momento de mayor atención se produjo en el 2010. Terremoto de por medio y el nacimiento de su segundo hijo meses después, Santino. El pequeño estuvo 60 días en terapia y Montillo pasaba esos días entre el hospital y los entrenamientos. Pero en la cancha la rompía y las lágrimas lo acompañaron en esos momentos de golazos convertidos y que le permitieron a la U llegar a semifinales de Copa Libertadores.

No solo el mundo azul se cuadró con Montillo y su familia, si no que todo el país y siempre generó una empatía con todos, independiente del club que defendió. Diez años más tarde, volvió a nuestra tierra para cerrar su carrera futbolística acompañado de su esposa y con sus tres hijos, Valentín, Santino y Ema.

Retiro y volver a Argentina, ahora como representante de jóvenes futbolistas, Walter Montillo envió un cálido saludo no solo a la U, si no que a toda la nación en este 18 de septiembre. En sus redes sociales publicó unas simples, pero cálidas palabras para saludar a todos.

“Felices fiestas a todos los chilenos”y acompañado de una imagen tricolor y festiva,La Ardilla compartió a través de Twitter e Instagram.