Álvaro El Tata González jugó un año y medio en Boca, donde llegó justo antes del Mundial de Clubes 2007 y fue dirigido por Miguel Ángel Russo y Carlos Ischia, con quien ganó el Apertura 2008 y la Recopa Sudamericana también de aquel año. Con esa experiencia, el hoy jugador de Defensor Sporting es voz autorizada para hablar del detrás de escena de uno de los clubes más importantes del continente. En una entrevista con El Crack Deportivo, el hoy futbolista de 35 años habló precisamente del vestuario que había por ese entonces, donde se habla mucho de una supuesta rivalidad entre dos de los máximos ídolos de la institución: Juan Román Riquelme y Martín Palermo.

"Boca fue una experiencia fuerte, que me dejó marcado. Yo salía de Defensor, equipo al que llegué con once años y llegué a un equipo que era campeón de América. No se había ido nadie, había que ganarse un lugar en un equipo formado. Dentro de todo terminé jugando bastante, no era titular definitivo, alterné mucho, y jugué la final del mundo contra el Milan", empezó.

Además, agregó El Tata González: "En Boca hubo situaciones que me hicieron crecer mucho. Entré a un vestuario difícil, con gente que de repente no se decía ni buen día, y yo venía de Defensor que prácticamente jugaba con amigos, compañeros de años. Llegar a un vestuario así no era fácil".

"Cuando las cosas iban bien, el ambiente no era malo. Ganamos un torneo Apertura, el triangular con San Lorenzo y Tigre, la Recopa contra Arsenal de Sarandí. Cuando ganás esas cosas, los problemas, son anécdotas. Pero las fuerzas de un vestuario salen cuando perdés dos partidos. Seguramente, con un vestuario armonioso y que todos se lleven bien, te da un poco más. Ganamos cosas igual, pero no sé si con más unión hubiésemos ganado más", comentó.

Por último, destacó: "El grupo más chico era el de Riquelme, el resto estábamos todos juntos, era el grupo de Palermo, la mayor parte del plantel. Pero si yo tenía que tomar mate con Riquelme, no tenía problemas. Había una gran parte del plantel por un lado y el otro. Se respetaban mucho como jugadores".