El 23 de junio de 2012, hace exactamente ocho años, River Plate derrotó a Almirante Brown por 2-0 y concretó su anhelado retorno a la máxima categoría del fútbol argentino.
Lo hizo con mucho sufrimiento pero con un plantel repleto de jugadores de jerarquía. Y, luego de ese mal trago, afrontó uno de los mejores momentos de toda su historia.
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Pero el foco de esta nota tiene que ver con uno de los integrantes de aquel plantel de River. Se trata de Luciano Vella, futbolista muchas veces resistido por los hinchas.
Lo llamativo tiene que ver con el presente del exlateral, que, luego de alejarse del fútbol, se dedica a administrar un geriátrico. Sí, un final totalmente inesperado.
“Cuando estaba jugando en River, mi mejor amigo tuvo un problema de salud, no pudo seguir jugando y se puso una residencia de adultos. Y un día me comentó que había un edificio muy lindo para hacer un geriátrico y me preguntó si yo quería ser inversor”, comenzó narrando Vella.
“Decidí meterme en ese asunto y la verdad es que nos fue muy bien. Terminamos poniendo algunos más en Funes, donde yo vivo, y otros más por la zona de Rosario. Así que estoy ocupado con eso”, profundizó en declaraciones brindadas a ‘Olé’.
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“Con mi socio estamos permanentemente dando vueltas por todas las residencias porque siempre hay cosas para hacer. Tenemos a 150 abuelos en los geriátricos. Conozco a todos los abuelos, estoy mucho con ellos y más en estos momentos”, amplió Vella.
Cabe destacar que el exfutbolista, hoy de 39 años de edad, supo también defender los colores de Newell’s Old Boys, Cádiz, Vélez Sarsfield, Rapid Bucarest, Independiente, Unión de Santa Fe, Defensa y Justicia y Arsenal de Sarandí.
Una imagen de Vella en su nuevo trabajo. (Foto: Olé)