Hacía mucho que al Barcelona no se le hacía tan sencillo el inicio de un partido sin Lionel Messi entre los once titulares.

En 15 minutos de juego, puso de rodillas al Villarreal en su propio estadio, tomando ventaja de dos goles.

Incluso Malcom, quien fue el encargado de reemplazar a La Pulga, mostró estar a la altura marcando de cabeza el segundo gol culé.

El brasileño recibió una asistencia medida de Arturo Vidal y le cambió el palo al portero con un frentazo certero.

 

A este ritmo, ni hará falta que Valverde arriesgue a Messi.