Con LaLiga perdida, Koeman pendiendo de un hilo y varios de los pesos pesados del equipo sin su continuidad asegurada, Barcelona se prepara para un último mes de temporada donde Laporta tendrá que ejercer de presidente más que nunca. Con el tema de la deuda de más de 1.100 millones de euros como primer tema de conversación, el dirigente ha recibido una buena noticia en las últimas horas gracias a Goldman Sachs.
ver también
Así está la lucha por la Bota de Oro
Según indican desde L’ Esportiu, el fondo inversor norteamericano ha concedido un crédito de 500 millones al club catalán para que salde los 700 que deberá abonar antes del 31 de junio. Desde el medio de Barcelona afirman: “Este crédito dará aire y estabilidad al club. Podremos estar tranquilos esta temporada y la que viene. Nos hemos puesto en el peor escenario, que no entre público a los estadios en toda la próxima temporada. Incluso así, podemos estar tranquilos después de esta operación”.
Una deuda que puede cambiar la estructura del club
Sumados a esos ya famosos 700 millones, Barcelona también deberá pagarle 265 a los bancos que han financiado en buena parte las últimas contrataciones del club y cerca de 170 a los empleados deportivos gracias a los atrasos de la dirigencia de Bartomeu. Un monto astronómico que en buena parte explica la necesidad de vender figuras a corto plazo y negociar una importante reducción en los salarios de los jugadores del primer equipo.
¿Qué consecuencias traería no pagar? Concretamente y junto Real Madrid, Athletic de Bilbao y Osasuna, Barcelona es uno los pocos clubes en España que no están conformados como una Sociedad Anónima Deportiva. Una medida que en caso de seguir acumulando deudas derivará en tener que vender los activos de la institución y por ende, poner en juego un modelo institucional donde los socios deciden el futuro del equipo.